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ESTENOSIS DEL PILORO

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¿Qué es la estenosis pilórica?

La estenosis pilórica es un agrandamiento y/o estrechamiento anormal del músculo píloro, a través del cual pasan los alimentos y otros contenidos del estómago hacia el intestino delgado. Cuando el músculo pilórico se agranda esto causa un estrechamiento del canal pilórico. El resultado es que el líquido y/o alimentos no pueden salir del estómago hacia el intestino delgado.

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¿Cuáles son las causas de la estenosis pilórica?

 

La estenosis pilórica se considera un "rasgo hereditario multifactorial". La expresión "herencia multifactorial" significa que el defecto congénito puede ser provocado por "muchos factores". Generalmente, los factores son tanto genéticos como ambientales. En lo referido a los rasgos hereditarios multifactoriales, a menudo uno de los sexos (el masculino o el femenino) suele verse afectado con mayor frecuencia que el otro. Parece haber un "umbral de expresión" diferente, lo que significa que un sexo tiene mayor probabilidad de padecer el problema que el otro. Por ejemplo, la estenosis pilórica tiene una incidencia cuatro veces mayor en los varones que en las mujeres. Cuando un niño nace con estenosis pilórica, las posibilidades de que ésta se repita dependen del sexo del niño que nació con el trastorno y del sexo del próximo bebé.

¿Cuáles son los síntomas de la estenosis del píloro?

 

Debido a que los bebés con estenosis del píloro no pueden tolerar la alimentación, pueden tener los siguientes síntomas:

  • Episodios frecuentes de vómitos en forma de proyectil (vómitos con mucha fuerza) después de 30 a 60 minutos de haber sido alimentado (puede ser después de cada vez que se le alimenta, u ocasionalmente)

  • Heces de pequeño tamaño

  • Deshidratación

  • Pérdida de peso

  • Irritabilidad

  • Tener hambre después de haber sido alimentado

  • Dolor abdominal

  • Movimiento en forma de hondas del abdomen poco después de haber sido alimentado y justo antes de vomitar

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¿Qué bebés corren mayor riesgo de padecer estenosis pilórica?

 

Dos o tres de cada 1.000 bebés padece estenosis pilórica (PS).

Los bebés que corren más riesgo son los de 2 a 8 semanas de vida.

Los bebés caucásicos son más propensos a desarrollar estenosis pilórica que los de otras razas.

La estenosis pilórica se presenta con una frecuencia de cuatro a cinco veces mayor en los niños que en las niñas.

La estenosis pilórica puede ser hereditaria; varios miembros de una familia pueden haber tenido este problema en la niñez.

¿Cómo se diagnostica la estenosis pilórica?

 

Además del examen físico y los antecedentes médicos completos, los procedimientos para el diagnóstico de la estenosis pilórica pueden incluir:

  • análisis de sangre  -  para evaluar la deshidratación y los desequilibrios de minerales.

  • radiografía abdominal  -  examen de diagnóstico que utiliza rayos de energía electromagnética invisible para producir imágenes de los tejidos, los huesos y los órganos internos en una placa radiográfica.

  • ecografía abdominal  -  técnica de diagnóstico por imágenes que utiliza ondas sonoras de alta frecuencia y una computadora para crear imágenes de vasos sanguíneos, tejidos y órganos. Se utiliza para ver el funcionamiento de los órganos internos y evaluar el flujo sanguíneo a través de diversos vasos.

  • deglución de bario / seriada gastrointestinal (su sigla en inglés es GI) alta  -  examen de diagnóstico en el que se visualizan los órganos de la parte superior del aparato digestivo: el esófago, el estómago y el duodeno (la primera porción del intestino delgado). Se ingiere un líquido denominado bario (una sustancia química metálica y líquida con consistencia similar al yeso, que se utiliza para recubrir el interior de los órganos de forma que puedan verse en las radiografías). Después se toman radiografías para evaluar los órganos digestivos.

Tratamiento para la estenosis pilórica

 

El tratamiento específico para la estenosis pilórica será determinado por el médico de su hijo basándose en lo siguiente:

  • la edad gestacional de su bebé, su estado general de salud y los antecedentes médicos

  • la gravedad del trastorno

  • la tolerancia de su bebé a determinados medicamentos, procedimientos o terapias

  • sus expectativas para la evolución del problema

  • su opinión y preferencia

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